La firma RGS Argentina enumera cuáles son los beneficios de implementar estos sistemas: eficiencia, productividad y ahorro energético, entre los principales.
El uso de sistemas de riego por goteo subterráneo puede acarrear grandes beneficios en materia de eficiencia en el uso del agua y agroquímicos, y en la productividad de los lotes.
Así lo expresaron desde la firma RGS Argentina, que realizaron un documento en el que enumeran 15 ventajas que tienen estos sistemas, en relación a las producciones realizadas en secano o con otro tipo de riego (por surcos o con pivotes).
“Antes de enumerar, hay que aclarar que una ventaja para un productor en su situación particular, puede no serlo para otro en ese momento”, señalaron desde RGS.
Las ventajas son las diguientes:
Eficiencia. La evaporación del suelo, la escorrentía superficial y la percolación profunda son en gran medida reducidas o eliminadas. La infiltración y el almacenamiento de las precipitaciones estacionales mejoran gracias a suelos con menos costras del suelo (en gran medida, producto de los otros sistemas de riego). El riego por RGS bien diseñado, administrado y mantenido tiene más de un 95 por ciento de eficiencia en la aplicación, por lo que cada gota aplicada es una gota aprovechada. No existen prácticamente desperdicios o pérdidas. Además, aplicar pequeñas cantidades de riego puede permitir decisiones más eficientes sobre los eventos de riego; es decir, producto de aplicar pequeños caudales por goteo, permite tomar decisiones más acertadas y realizar correcciones de manera rápida.
Cerca del final de temporada del cultivo. En cultivos muy espaciados, una fracción más pequeña del volumen del suelo pueden humedecerse, reduciendo así aún más las pérdidas innecesarias de agua de riego.
Evita la percolación profunda de agua y nutrientes. Al regar gota a gota no se lavan los nutrientes y se lixivian a capas más profundas. Esto es de vital importancia para mantener sanos los acuíferos.
Mayor uniformidad de aplicación del agua. Mejora en el campo la uniformidad, que puede resultar en un mejor control del agua, nutrientes y sales.
Aumenta la producción. Está registrado a nivel mundial, producto de los múltiples beneficios de estos sistemas, que la producción aumenta y se estabiliza, independizándose de condiciones climáticas y en comparación a sistemas por pivote y avance frontal.
Mejora de la salud de las plantas. Menos enfermedades fúngicas que se producen debido a los cultivos más secos
Mejora de la gestión de fertilizantes y pesticidas. Aplicación precisa y oportuna del fertilizante casi independiente de las condiciones climáticas. Los pesticidas a través del sistema, también suelen ser más eficientes. Por otro lado, la aplicación de fertilizantes se realiza de manera periódica a niveles equivalentes a las necesidades del cultivo en determinado estado fenológico, lo que permite un muy mayor aprovechamiento por parte de la planta, y un menor desperdicio que pudiera perjudicar a las napas subterráneas.
Mejor control de malas hierbas. La reducción de la germinación y el crecimiento de malezas se produce debido a que estos sistemas, si están bien diseñados y administrados, no mojan la superficie por lo que las semillas de las malezas tienen menos oportunidad de germinar. Esto reduce significativamente las labores para su control.
Permite doble cultivo. Por independizarse de las condiciones climáticas para la siembra, permite la misma en tiempo preciso y con el agua suficiente para el ciclo del cultivo. Esto permite la siembra de un segundo cultivo que mejorará las posibilidades de recupero de la inversión lo más rápido posible.
Mejora de las operaciones y la gestión agrícolas. Muchas operaciones sobre el terreno pueden ocurrir durante el riego. Las operaciones de campo resultan en menos compactación del suelo, y la costras del suelo causadas por el riego son muy reducidas. Los trabajadores manuales se benefician de suelos más secos al reducir el esfuerzo manual y lesiones.
Automatización. El sistema de RGS es un candidato ideal para automatización y tecnologías avanzadas de control de riego. Es de relativa facilidad en su operación y su instalación es fácil de adaptar. Esto brinda mejor control e independiza de la presencia humana para poder operarlo.
Ahorro energético. Las presiones de operación son a menudo menores que las de algunos tipos de sistemas de riego por pivote. Cualquier ahorro de agua atribuible a RGS, también reducirá los costos de energía. Ya que el sistema tiene más de un 95 por ciento de eficiencia en la aplicación, dará cuenta del ahorro energético que se produce al utilizar éstos sistemas vs los más tradicionales.
Problemas de integridad del sistema. Hay un menor número de piezas mecanizadas en un sistema RGS en comparación con otros sistemas de riego por rociadores mecánicos. La mayoría de los componentes son de plástico y están menos sujetos a la corrosión del sistema. Los sistemas RGS no necesitan ser removidos e instalados entre cultivos y, por lo tanto, pueden experimentar menos daño. El vandalismo también se reduce.
Flexibilidad de diseño. Existe una mayor flexibilidad con el RGS en la adecuación de la forma y tamaño de campo en comparación con los sistemas de riego por aspersión central. El sistema de RGS puede ser de tamaño adecuado al suministro de agua disponible. Se adaptan perfectamente a formas diferentes y pendientes de cada campo.
Longevidad. Las instalaciones de RGS pueden tener una larga vida económica cuando se diseñan adecuadamente y se gestionan con responsabilidad. De esta manera la larga vida del sistema permite amortizar los costos de inversión durante muchos años.
Fuente: www.agrovoz.com.ar