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Aplicando la regla SMART en la creación de OKRs

La regla SMART es una herramienta esencial para asegurar que los OKRs sean claros, específicos, y que puedan medirse para alcanzar los objetivos propuestos.

Si alguna vez has estado en una empresa o en un equipo que trabaje por objetivos, es muy probable que hayas escuchado hablar de los OKRs (Objetivos y Resultados Clave) y de la regla SMART. OKRs es una metodología popular en la gestión empresarial para establecer metas y medir el progreso hacia ellas. Una metodología bastante simple en la teoría, pero que al momento de aplicarla se vuelve sumamente desafiante.

Uno de los retos más grandes que nos encontramos al comenzar a utilizarla es el escribir objetivos y resultados claves claros y medibles que permitan lograr el éxito buscado. En este sentido, la regla SMART se ha convertido en una herramienta sumamente útil para definir OKRs y evaluar su eficacia. En este artículo, hablaremos sobre cómo aplicar la regla SMART en la creación de OKRs para obtener los mejores resultados.

¿Qué es la regla SMART?

La regla SMART es un acrónimo que significa Específico (Specific), Medible (Measurable), Alcanzable (Achievable), Relevante (Relevant) y con un Tiempo definido (Time-bound). Es una herramienta para asegurarse de que los OKRs que establecemos sean claros y específicos, y que puedan medirse para saber si se han alcanzado o no los objetivos propuestos.

¿Por qué es importante aplicar la regla SMART a tus OKRs?

Si no aplicas la regla SMART a tus OKRs, puede que termines con resultados vagos o poco realistas. Esto puede hacer que sea difícil trabajar hacia ellos y medir el progreso. Si tus OKRs no son claros, específicos y medibles, no podrás determinar si has tenido éxito o no en alcanzarlos. Además, los OKRs poco realistas pueden ser desmotivadores para tu equipo, ya que pueden parecer imposibles de alcanzar.

Cómo aplicar la regla SMART en la creación de OKRs

Dentro de la metodología OKRs la regla SMART nos ayudará a definir los resultados claves (KRs), quien nos permitirán conocer si estamos o no cumpliendo nuestros objetivos.

Paso 1: Especificidad

El primer paso en la creación de KRs es asegurarse de que sean específicos. Esto significa que deben ser claros y precisos. Una ayuda para lograrlo puede ser buscar que respondan a las preguntas: qué, quién, cuándo, dónde y por qué.

Paso 2: Medibilidad

El segundo paso en la creación de KR es asegurarse de que sean medibles. Esto significa que deben ser cuantificables y tener una forma de medir el progreso.

Paso 3: Alcanzabilidad

El tercer paso en la creación de KR es asegurarse de que sean alcanzables. Esto significa que deben ser realistas y alcanzables dentro del marco de tiempo y recursos disponibles. Es importante establecer KR desafiantes pero alcanzables para mantener la motivación y compromiso.

Paso 4: Relevancia

El cuarto paso en la creación de KR es asegurarse de que sean relevantes. Esto significa que deben estar alineados con los objetivos generales de la organización. Es importante establecer KR que sean relevantes para el éxito general de la organización.

Paso 5: Temporalidad

El quinto y último paso en la creación de KR es asegurarse de que tengan una fecha límite clara y definida para su cumplimiento. Esto significa que deben tener un marco de tiempo específico para su logro. Es importante establecer KR con plazos específicos para mantener el foco.

En conclusión, los OKRs son una metodología efectiva para establecer objetivos empresariales y medir su progreso, pero puede resultar desafiante escribir objetivos y resultados claves claros y medibles que permitan lograr el éxito buscado. En este sentido, la regla SMART es una herramienta sumamente útil para definir OKRs y evaluar su eficacia. Al aplicar la regla SMART, aseguramos que nuestros objetivos sean específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con una fecha límite clara, lo que nos permitirá trabajar hacia ellos de manera efectiva y medir nuestro progreso.